“Un programa de intervención de integración sensorial puede influir positivamente en la sensibilidad al movimiento, lo que ayuda con el control del estado de ánimo, la cognición y el comportamiento general en niños con trastorno del espectro autista, lo que les permite afrontar la vida con más éxito”. (Ashburner, Ziviani & Rodger, 2008).
La Integración Sensorial, es un proceso neurológico que nos permite organizar y responder adecuadamente a las sensaciones que experimentamos a través de los sentidos.
Este proceso es esencial para el desarrollo de las personas, especialmente de los niños y niñas, ya que influye en su aprendizaje, su comportamiento y su propio bienestar.
En AFANIAS queremos ayudarte a reconocer una dificultad en el procesamiento sensorial de tu hijo.
¿Tiene mi hijo un problema de Integración Sensorial?
Hay personas que tienen dificultades para procesar la información sensorial, lo que les provoca estrés, ansiedad, rabietas, hiperactividad o aislamiento. Estas personas pueden beneficiarse de la terapia de integración sensorial, una intervención que les ayuda a modular sus respuestas sensoriales y a mejorar su adaptación al entorno.
Los beneficios de la terapia de integración sensorial son múltiples y variados, entre los cuales están: trabajar en la planificación motora, autorregulación, desafíos socioemocionales, percepción visual; y habilidades motoras gruesas y finas, así como también se trabaja junto con la familia, las habilidades del cuidado personal y rutinas diarias de sus hijos.
La terapia de Integración Sensorial es una opción eficaz y divertida para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas con dificultades en el procesamiento sensorial, y está especialmente indicada para menores que tienen disfunciones o trastornos en el procesamiento sensorial, como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), discapacidad intelectual, parálisis cerebral, retraso madurativo, ….