Piscinas de Riosequillo

Madrid, 14 de julio de 2025. En Reshogar AFANIAS Torrelaguna está apretando el calor muy, pero que muy duro. El único ratito de fresco del día es cuando nos salimos al jardín a desayunar por las mañanas, el resto del día, bajo el aire acondicionado. Oye, ¿y si nos vamos a la piscina?

 

¿Quién se apunta?

Fácil lectura

En Reshogar AFANIAS Torrelaguna está apretando el calor muy, pero que muy duro. El único ratito de fresco del día es cuando nos salimos al jardín a desayunar por las mañanas, el resto del día, bajo el aire acondicionado. Oye, ¿y si nos vamos a la piscina? ¿Quién se apunta?

Vaya preguntas haces… Pues lógicamente, se apuntan un montón de personas, menudo planazo. 15 personas de la resi son las que se animaban a darse un chapuzón, no está mal. A la hora de echar una mano a poner las mesas o doblar la ropa con las chicas de servicio doméstico no salen tantos voluntarios, ¿eh granujas…?

Incluso Rosa y Adri vinieron a disfrutar del día y a echar una mano a lo que se necesitara, y eso que son profesionales de otros turnos de trabajo. La verdad es que nos vamos a juntar bastantes personas, ¿habrá hueco para tantos? Pues nos vamos a la piscina natural más grande de España.

La piscina natural de Riosequillo es famosa por lo grande que es y las vistas que tiene de la sierra, y puede albergar a 2300 personas, (por lo que sabemos, los fines de semana se acercan bastante a esa cifra). Aparte de la impresionante piscina, también tiene 4500 metros cuadrados de espacio de césped, merenderos y un pinar. Y allí que nos plantamos con las dos furgonetas y los coches. Empezamos a ocupar espacio y merenderos y debimos ocupar buena parte de ese espacio. Después de extender todas las toallas ya no nos parecían tantos metros cuadrados. Si no habéis estado, sin duda os recomendamos ir, eso sí, tempranito y fuera de fin de semana.

Y no os creáis que fue fácil enfrentarse a ese agua. Al parecer es agua de la presa de Riosequillo, y no os imagináis lo fría que está. Los más valientes nadaban alegremente, pero los más frioleros nos fuimos corriendo (literalmente) a las toallas a recuperarnos al calorcito del sol.

Qué hambre da el agua, menos mal que el día de antes fueron al Mercadona un grupo de señores. Debieron entender que había que comprar comida para pasar varias semanas en una isla porque vinieron con tres neveras cargadas hasta arriba: Gazpacho a litros, tortillas de patata, empanadas, ensalada de pasta que nos hizo María la cocinera, nachos y colines con guacamole, queso, un fuet, una sandía y un melón (y bien dulce estaba la fruta, menuda destreza tuvo Sole a la hora de elegirlos). Creemos que con dos salmorejos más hubiéramos podido alimentar al resto de bañistas del día.

Luego hubo un momento de recuperar fuerzas. El agua fría, la comida y el calorcito a la sombra fueron los ingredientes perfectos de una siesta de esas que recargan energía.

Menuda sorpresa nos llevamos cuando aparecieron Ceci, Tamara y Jenny a bañarse con nosotros. Y no vinieron solas, las acompañaban también sus hijas. Y allí que nos pusimos a jugar todos al cinquillo en el merendero. Alguno pretendía hacer trampas, pero las niñas no dejaban pasar ni media. Eran las más competitivas con mucha diferencia.

Disfrutamos mucho y nos volvimos agotados pero con una sonrisa de oreja a oreja. La verdad es que fue un día inolvidable. Ya avisamos a los de la piscina que nos reservaran hueco para la siguiente,

¡ Repetiremos seguro!

 

Vaya preguntas haces…  Pues lógicamente, se apuntan un montón de personas, menudo planazo. 15 personas de la resi son las que se animaron a darse un chapuzón, no está mal. A la hora de echar una mano a poner las mesas o doblar sábanas con las chicas de servicio doméstico no salen tantos voluntarios, ¿eh granujas…?

 

Piscinas de Riosequillo

Incluso Rosa y Adri vinieron a disfrutar del día y a echar una mano a lo que se necesitara, y eso que son profesionales de otros turnos de trabajo. La verdad es que nos vamos a juntar bastantes personas, ¿habrá hueco para tantos? Pues nos vamos a la piscina natural más grande de España.

 

La piscina natural de Riosequillo es famosa por lo grande que es y las vistas que tiene de la sierra, y puede albergar a 2300 personas, (por lo que sabemos, los fines de semana se acercan bastante a esa cifra). Aparte de la impresionante piscina, también tiene 4500 metros cuadrados de espacio de césped, merenderos y un pinar.

 

Y allí que nos plantamos con las dos furgonetas y los coches. Empezamos a ocupar espacio y merenderos y debimos ocupar buena parte de ese espacio. Después de extender todas las toallas ya no nos parecían tantos metros cuadrados. Si no habéis estado, sin duda os recomendamos ir, eso sí, tempranito y fuera de fin de semana.

 

Piscinas-naturales-de-riosequillo-3-1024x683

 

Y no os creáis que fue fácil enfrentarse a ese agua. Al parecer es agua de la presa de Riosequillo, y no os imagináis lo fría que está. Los más valientes nadaban alegremente, pero los más frioleros nos fuimos corriendo (literalmente) a las toallas a recuperarnos al calorcito del sol.

 

 

El picnic

Qué hambre da el agua, menos mal que el día de antes fueron al Mercadona un grupo de señores. Debieron entender que había que comprar comida para pasar varias semanas en una isla porque vinieron con tres neveras cargadas hasta arriba: Gazpacho a litros, tortillas de patata, empanadas, ensalada de pasta que nos hizo María la cocinera, nachos y colines con guacamole, queso, un fuet, una sandía y un melón (y bien dulce estaba la fruta, menuda destreza tuvo Sole a la hora de elegirlos).

Creemos que con dos salmorejos más hubiéramos podido alimentar al resto de bañistas del día.

IMG-20250714-WA0015

IMG-20250714-WA0014

 

Luego hubo un momento de recuperar fuerzas. El agua fría, la comida y el calorcito a la sombra fueron los ingredientes perfectos de una siesta de esas que recargan energía 😴😴😴.

 

IMG-20250714-WA0013

 

IMG-20250714-WA0012

Menuda sorpresa nos llevamos cuando aparecieron Ceci, Tamara y Jenny a bañarse con nosotros. Y no vinieron solas, las acompañaban también sus hijas.

Y allí que nos pusimos a jugar todos al cinquillo en el merendero. Alguno pretendía hacer trampas, pero las niñas no dejaban pasar ni media. Eran las más competitivas con mucha diferencia.

IMG-20250714-WA0009

 

 

IMG-20250714-WA0017

Disfrutamos mucho del día y nos volvimos agotados, pero con una sonrisa de oreja a oreja. La verdad es que fue un día inolvidable. Ya avisamos a los de la piscina que nos reservaran hueco para la siguiente.

 

¡Repetiremos seguro!