
Nuestros amigos los caballos
Madrid, 4 de agosto de 2025. No os imagináis lo que nos gustan los animales en Reshogar AFANIAS Torrelaguna. Muchos de nosotros hemos tenido de mascota, gatos, muchos otros hemos vivido con perros, alguno ha cuidado de periquitos o canarios, incluso los más raritos tuvimos tortugas (y eso que huelen un poco mal). Nos encantan también los documentales de la tele, aunque no todos podemos estar atentos, que los ponen después de comer y es una hora complicada 😅
Fácil lectura
No os imagináis lo que nos gustan
los animales en Reshogar AFANIAS Torrelaguna.
Muchos de nosotros hemos tenido
de mascota gatos,
muchos otros hemos vivido con perros,
alguno ha cuidado de periquitos o canarios,
incluso los más raritos tuvimos tortugas.
Un animal que nos fascina es el caballo.
Vamos a la finca Las Pedrizas
No solo nos dejaban ir a visitarles cuando quisiéramos,
sino que incluso nos hablaron
de la equinoterapia.
La Equinoterapia, o terapia asistida con caballos,
es un tipo de tratamiento que utiliza la interacción de caballos
y personas para lograr beneficios en las personas.
Vimos una clara oportunidad
para que las personas con mayores
necesidades de apoyo
que viven aquí disfrutaran de actividades fuera de la resi.
Allí nos recibió Susana,
que es la terapeuta ocupacional
que dirige las actividades.
Se nota que es una gran profesional,
nos entiende super bien.
Su compañera Alma (que también es su hija) es la que entiende de estos increíbles animales.
Juntas nos muestran como es la vida de un caballo,
nos cuentan curiosidades
y aprendemos sus costumbres o rutinas.
Nos presentaron a Narbone,
que es un precioso caballo marrón
que se porta muy bien.
Disfrutamos muchísimo
cuando vamos a la finca
a cuidar de los caballos,
y aprendemos mucho
de las grandísimas personas que trabajan allí.
Un animal que nos fascina es el caballo. Habiendo tantas fincas con caballos por aquí cerca, ¿por qué no acercarnos un día y conocernos?
Finca las Pedrizas
Nos presentaron a Narbone, que es un precioso caballo marrón que se porta muy bien. Con ayuda de Alma y Susana la bañamos, la peinamos, la dimos de desayunar y los más valientes la montaron. Es una experiencia muy gratificante y motivadora. Narbone consigue que muchos de nosotros nos lancemos a hacer cosas que de otra manera no nos animaríamos.
Nos lo pasamos en grande cada vez que lo visitamos, hay un montón de fotos que lo demuestran
Aquí vemos a Juan hidratando los ollares del caballo, que con este tiempo se resecan mucho
Después de varias sesiones llenas de emociones nos invitaron a cenar una tarde en el amplio recinto que tienen. Fuimos la mañana de antes al Mercadona. Allí compramos el clásico del verano: Gazpachito, tortillas de patata, queso y fuet. Llevamos también nachos con guacamole, que desde que los probamos en la resi nos hemos aficionado.
Qué rato más a gustito. Después de duchar a Narbone (y que se comiera unas cuantas hojas de morera), juntamos unas mesas y desplegamos esa cenita campestre. Pudimos disfrutar con la compañía de Susana con unas vistas preciosas del atardecer en la sierra. Que por cierto, nos invitó a unas palmeritas deliciosas de las que aún nos acordamos 😋