Profesionales de AFANIAS: Una familia que cuida incluso en la oscuridad

Miércoles 30 de abril 2025.- Durante el apagón eléctrico, los trabajadores de AFANIAS se volcaron con las personas con discapacidad para que nadie quedara desatendido, mostrando compromiso, humanidad y un fuerte espíritu de equipo.

 

Fácil lectura

💡 Durante el apagón, AFANIAS actuó como una gran familia

Hace poco hubo un apagón eléctrico en Madrid.
Muchas personas no tenían luz, teléfono ni transporte.

En AFANIAS, los profesionales ayudaron a las personas con discapacidad.
Se organizaron muy bien para que nadie estuviera solo ni en peligro.
Se cambiaron las cenas por comida fría.
Se compraron linternas para tener luz.
Y algunos trabajadores se ofrecieron voluntarios para quedarse,
aunque no sabían si sus familias estaban bien.
Eso demuestra que en AFANIAS todos se cuidan como una familia.

En el colegio Estudio 3, los profesores y alumnos también actuaron con mucha responsabilidad.


La directora dijo que estaba muy orgullosa de su equipo.


Todos ayudaron con calma y cariño.

Gracias al trabajo de todos, las personas con discapacidad estuvieron seguras.


AFANIAS no es solo una organización. AFANIAS es una gran familia.


Y en los momentos difíciles, eso se nota más que nunca.

 

El reciente apagón eléctrico que afectó a toda la península, puso a prueba a muchas entidades sociales. En AFANIAS, la respuesta fue clara y contundente: compromiso, organización y solidaridad. Frente a la falta de luz, transporte y teléfonos, los profesionales de los centros se unieron como una verdadera familia, anteponiendo el bienestar de las personas con discapacidad a cualquier otra prioridad.

 

En los centros, por ejemplo en la residencia de Canillejas, el equipo se reorganizó rápidamente. Adaptaron cenas frías para los residentes, se utilizaron linternas para iluminar espacios, y se tomaron decisiones rápidas para cuidar de todos. Un residente que necesitaba oxígeno tuvo que ser trasladado al hospital al no poder usar el concentrador eléctrico, pero gracias a la rápida actuación, pasó la noche con seguridad.

 

Lo más emocionante fue la actitud voluntaria del equipo, que sin saber si sus propias familias estaban bien, se ofrecieron para acompañar a los usuarios si sus compañeros no podían llegar. Este gesto muestra que AFANIAS no es solo un lugar de trabajo, es una gran familia que cuida, protege y se apoya mutuamente.

 

En el colegio Estudio 3 también se vivió con intensidad la situación. “Todo el equipo del cole y los alumnos han demostrado ser increíbles, siempre dispuestos a dar lo mejor de sí mismos ante una situación muy difícil. Me siento tremendamente orgullosa de formar parte de este equipo humano que cuida, sostiene y acompaña”, expresó la directora, Irene López.

 

A pesar de las dificultades, la respuesta fue unánime: nadie se quedó solo. En los centros donde la EMT funcionaba, los usuarios pudieron regresar a casa, pero en todos los casos se garantizó su seguridad y bienestar, gracias a una red de profesionales que demostraron que en AFANIAS, cada persona cuenta.

 

Este episodio ha demostrado que AFANIAS es más que una entidad social: es una familia en la que todos se apoyan, especialmente en los momentos difíciles.

 

 

 

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